Jair Bolsonaro: su política exterior en el 2019

El balance de una política pública y en particular la de exterior, de un país de las dimensiones de Brasil, son determinadas por el contexto interno y externo que la condiciona, de sus intereses y de su trayectoria Política-Diplomática, el papel jugado por la corporación y quienes la dirigen, son entre otros factores elementos a tomar en cuenta para estudiarla.

El presidente Jair Bolsonaro tiene un gabinete confeccionado y que gira alrededor políticamente hablando de Hamilton Mourão Vicepresidente; pieza clave en que gira la coordinación intragobierno e intergobierno, Onyx Lorenzoni Ministro de la Casa Civil, Marcos Pontes Ministro de Ciencia y Tecnología, Agusto Heleno Ministro de Seguridad Ciudadana Institucional (GSI), Paulo Guedes ministro de Economía (En un superministerio de Economía) Tarcísio de Freitas, superministro de Infraestructura, y Sergio Moro Ministro de Justicia y Seguridad, Ministro de la Defensa General de Ejército Fernando Azevedo e Silva, y como canciller a Ernesto Araújo, diplomático de carrera. Un gabinete heterogéneo que está compuesto por cuatro sectores: los militares, los evangélicos, los técnicos y los olavistas, que son los factores influyentes en la elaboración y ejecución de políticas públicas.

Posee una bancada aproximadamente de 260 diputados y 20 Senadores por los momentos no consolidada del todo, como mínimo sin embargo, debe buscar apoyos para las medidas de Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) y otros instrumentos legislativos como la reforma de la seguridad social y reformas económicas. El PSL, el partido de gobierno del cual el presidente Bolsonaro se separó y ahora en una situación ambivalente, tiene 46 diputados, pero debe conseguir o buscar el apoyo de los partidos del centro político como el PSDB, MDB, DEM (este último se ha aproximado al gobierno.). No consolidada, dada las dificultades de consolidar un centro político. Conformar una nueva coalicción presidencial sigue siendo el reto que tiene el aún nuevo gobierno que entra a su segundo año.

Realismo, autonomía, pragmatismo son tres conceptos esenciales en la elaboración y formulación de la política exterior brasileña, son si se quiere adjetivos claves, ambos en el desarrollo e implementación de la política exterior brasileña desde el punto de vista histórico, ambos conceptos y enunciados han ejercido en la política exterior brasileña una gran influencia y que se ha profundizado en la experiencia democrática, hoy estos concepto están en revaluación aparentemente, por los nuevos decisores y que están jugando en la implementación de la política exterior a lo largo del año 2019 que recién culmino. La decisión de mantener la Embajada en Tel-Aviv, la relación y gira Presidencial con los países árabes, su viaje a China y los acuerdos firmados con esta gran potencia muestran una dosis importante de realismo y de los intereses que Brasil, busca defender y profundizar en los próximos años. Su aproximación a los Estados Unidos en una convergencia de intereses regionales y estratégicos, lo hacen tener una visión común de los problemas que tiene América Latina y el papel que debe jugar Brasil.

Desde el punto de vista de la integración, el acuerdo firmado con la Unión Europea luego de años de negociaciones, la reorientación al MERCOSUR, reduciéndole el rol político desempeñado en años anteriores, son también claves para entender el papel que le quieren dar a los mecanismos de integración económica-comercial y a los diferentes acuerdos a los cuales pertenece el Brasil. Hay un debate al seno del Itamaraty, entre Ideólogos y pragmáticos, de acuerdo a intelectuales y analistas de la política exterior brasileña, que opina, escriben y analizan en general sobre estos temas. Ahora toda política exterior tiene una cobertura de ideas y/o visión y la de Bolsonaro no podía ser menos, tiene su propia impronta.

Otro punto a tomar en cuenta es el papel de Filipe Martins y Ernesto Araújo, que tienen vinculación con los sectores olavistas del gobierno, muestran hasta los momentos un buen trabajo de equipo y coordinación en la implementación de la política exterior de Bolsonaro este primer año. Aquí ha sido determinante el papel e influencia del filósofo Olavo de Carvalho.

Luego de un período de aprendizaje de Ernesto Araújo en la gerencia política de la cancillería brasileña, hay una buen trabajo de equipo con su cuerpo de Embajadores empezando por Otávio Brandelli, Secretario General del Itamaraty, que supone la entrada de una nueva generación de diplomáticos de carrera al mando de esa institución que se ha visto como un relevo de una generación a otra, luego del cambio de ministros y otros directores y paso a retiro a los que mi persona denomina Embajadores históricos como Paulo Roberto Almeida entre otros.

Ahora bien los seis principios históricos se mantienen con el toque personal del Presidente en una diplomacia presidencial propia y el que ejecuta su Canciller Araújo, son ellos: pacifismo, universalismo, realismo, autonomía, realismo y pragmatismo y de ello hay ejemplos contundentes que podemos ver a lo largo del año.

Fuentes para analizar y estudiar la política exterior esos años son los discursos-conferencias de Ernesto Araújo, sobre todo el que acaba de dar en Angola, recientemente y el discurso de Bolsonaro, en la Asamblea de las Naciones Unidas. Veremos como evoluciona en su segundo año esta política exterior tan rica en elementos para su análisis. Feliz Año a todos.

jesusmazzei@gmail.com

 

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