La marca Colombia – Por Carlos A. Romero
Colombia y Venezuela se alejan en el plano internacional. El Presidente Santos ha desarrollado una óptima relación con EEUU, Israel y con la Unión Europea jugando la carta occidental en las Naciones Unidas, cerrando filas sobre los temas más candentes de la agenda mundial: precios del petróleo, Medio Oriente, Irán, Ucrania. Venezuela apuesta la carta rusa/china y se declara en contra de EEUU e Israel.
Colombia no se opuso a la elección de Venezuela para ocupar la representación de América Latina y El Caribe en el Consejo de Seguridad. Pero pronto se verá cómo cada país continuará votando de distinta manera en las Naciones Unidas y cómo Bogotá va a estar atenta a que Venezuela no se le olvide el encargo que la región le confió.
El Presidente Santos está pidiendo 45 mil millones de dólares a EEUU y a la UE. Esta ayuda tendría como contraparte, la oferta neogranadina de prestar sus contingentes policiales y militares en misiones humanitarias y de paz y de nation-building, en el marco de la llamada “OTAN Global”. Se ha hablado inclusive de una participación colombiana en misiones de la UE/OTAN en Ucrania y en países de África y en el Medio Oriente. Bogotá firmó un acuerdo de cooperación con la OTAN en 2013, el cual fue ratificado por el Congreso colombiano este año 2014.
Colombia está procurando ser aceptada como miembro externo de ese mecanismo de seguridad y ya está participando en una misión civil en Ucrania. También el país vecino enviaría una fragata de su armada a Somalia, a fin de ayudar a combatir la piratería marítima en el Cuerno de África. El entrenamiento de tropas y de personal militar y civil colombianos para operaciones especiales y la colaboración judicial, administrativa, de inteligencia, de ayuda psicológica y de combate a la criminalidad transnacional (droga y otros aspectos) ya se ha comenzado a concretar. Colombia se mercadea como socio militar a nivel mundial.
Publicado originalmente en El Universal