Trump apareció en la ONU. Lo vimos por TV en sus aguas; mostró dominio de su mediático e histriónico don; el mismo que le falta a otros, al perder tiempo hablando con pajaritos, vacas o tocando y bailando salsa. Lo primordial, para nosotros, fueron sus palabras. Trump, incluso bromeó, en clara alusión a la dirigencia de este bodrio, llamado “Socialismo del siglo XXI”. Maduro, fue blanco de sus críticas. Entre ellas, destacan: “Venezuela experimentó un proceso de desarrollo, hoy, vive un colapso total. Venezuela pasa hambre; las instituciones democráticas están destruidas: La situación es inaceptable y nosotros no podemos estar para ver. El problema de Venezuela no es que se haya implementado mal el socialismo, sino que fue implementado fielmente”. Ese discurso fue aplaudido por la mayoría del país y por aquellos que ven, desde el exterior, el desastre bolivariano.

Luego, Trump ponderó la realidad de Corea del Norte. Agresivo discurso, contra ésta. “Los vamos a destruir”, dijo. Explicó, en su estilo, que de continuar con su provocadora y suicida actitud de amenazar la integridad territorial de los EEUU, su gobierno daría ese paso.

Tras describir a Corea, como un régimen depravado, conducido por una banda de criminales; llamó a al líder norcoreano: “El hombre cohete”, tal como Elton John hiciese con su archiconocida canción “Rocketman”. Trump, en su discurso, alabó los logros de su gobierno en la economía. E insistió que elevará al primer lugar a los intereses americanos y que su ejército será el más poderoso de la tierra. También criticó a los regímenes que vulneran las leyes internacionales.

Un discurso, visto, desde una perspectiva neo-aislacionista, que no dejó dudas: enfrentará a Irán y Corea, países que amenazan la paz mundial; también mostró decisión de combatir al terrorismo. Según Trump, los regímenes parias no solamente alimentan al terrorismo, sino que amenazan a los pueblos de otras naciones con el arma nuclear.

Trump, quien llegó  al poder con el slogan: America first, según él, no pretende imponer su voluntad a otros pueblos. Argumentó que respetará su soberanía. Él simplemente defiende los intereses de los EEUU por encima de cualquier precio; dicho esto, en su primera alocución ante la ONU, fue un golpe efectista que se debe ponderar. La prensa europea destacó ambivalencia en ese discurso: ¿fue un buen discurso o más bien fue, una locura discursiva y peligrosa?

Éste, puso a correr a más de uno, en la ONU. ¿Será acaso que él realmente cree que si amenaza a Corea; ésta, renunciará a las armas nucleares? Para Kim Jung es normal creer que sus armas nucleares son para defenderse de la guerra iniciada por los EEUU.

El diplomático ruso, Serguei Lavrov ha planteado que Moscú está “muy preocupada” por los “muy altos riesgos” de un conflicto militar en la región. Rusia y China han propuesto un plan para aliviar la crisis. Los riesgos son altos, especialmente por la retórica utilizada. Hay amenazas directas del uso de la fuerza. Eso lo dijo Lavrov, en un foro. Tienen razones para estar preocupados, dice él, quien recordó que Rusia y China han propuesto una doble moratoria para desactivar la crisis, entre ellas, el cese de las pruebas nucleares y balísticas de Corea del Norte y, al mismo tiempo, las maniobras militares conjuntas de los EEUU y Corea del Sur. Para Lavrov, ante tanta tensión, el que debe dar el primer paso para alejar el peligro, es el más fuerte y el más inteligente. Esto, dicho en lenguaje diplomático asoma que hay esperanza y el agua no llegará al cuello y se logre una solución negociada a esa crisis. Mientras Venezuela debe resolver su crisis sin apostar por una intervención de Trump en ella. Es un asunto para hacerlo en términos venezolanos, aunque haya que, de vez en cuando, para ser consonó con ese discurso musical, recibir una Little help of from my friends, como cantaban los Beatles (“Una pequeña ayuda de mis amigos”).

@eloicito

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *