Adiós a Obama – Por Carlos Romero
Se cumplieron los pronósticos. Los republicanos ganaron ampliamente los comicios parlamentarios, de gobernadores y de otros cargos públicos por elección en EEUU. Superado el “mid term” y con dos años por delante, al presidente Obama le toca ahora gobernar por el resto del período con un Congreso que no le simpatiza. Así es la política estadounidense: un sistema de pesos y contrapesos.
De igual modo, se dieron algunos cambios que no se han analizado con la debida atención. La gente no fue a votar. No hubo una masiva participación ni el suficiente entusiasmo. En una elección de este tipo el patrón ha sido así, pero no en tan grandes proporciones. En segundo lugar, se redujo la proporción de políticos profesionales elegidos ya que la mayoría son empresarios de la industria y hombres y mujeres de negocios ligados al mundo financiero y a la realidad virtual. En tercer lugar, trasluce en el lado republicano que sus senadores y diputados pertenecen de manera significativa a la corriente más pragmática y aislacionista de ese partido, observándose una reducción del número de entusiastas ideológicos del altisonante movimiento del “Tea Party”.
Del lado demócrata, queda claro que Hillary Clinton se fortalece como la potencial candidata de esa organización para los comicios presidenciales del año 2016. Sólo una decisión de carácter personal la quitaría de ese camino. De ser la Clinton la abanderada de su partido, tendría que desligarse del legado de Obama y paradójicamente contaría con un débil competidor producto de una intensa y fuerte campaña interna, dado los numerosos y variados aspirantes presidenciales republicanos.
En síntesis, el proceso democrático de EEUU ha superado una nueva ronda política, en donde el único perdedor neto es el actual inquilino de la Casa Blanca. Sin poder reelegirse y sin haber logrado sus objetivos, al presidente estadounidense sólo le queda comenzar a escribir sus memorias.
Publicado originalmente en El Universal