La Asamblea General de las Naciones Unidas, este año 2015, celebró su septuagésimo aniversario. La agenda de trabajo del período de sesiones ordinario se suma a eventos especiales y encuentros paralelos entre muchas otras manifestaciones de la dinámica diplomática multilateral. Entre esos eventos destaca un encuentro trilateral, en la cual el Secretario General de la ONU logra reunir en una misma sala del Cuartel General de la ONU y sentarse en una mesa de trabajo con los Presidentes de Guyana y Venezuela.
Las fotografías y videos registraron este encuentro que sigue rodeado de un clima de tensión en la relación bilateral debido fundamentalmente, por una parte, al desacuerdo evidente que ha mostrado el gobierno de Guyana frente a la controversia que mantiene Venezuela y respecto a la “metodología” acordada a partir del Acuerdo de Ginebra de 1966 con la figura del Buen Oficiante. Por la otra, a los reclamos y notas de protesta que ha formulado Venezuela respecto a las concesiones exploratorias y de explotación minera que ha otorgado el gobierno guyanés a empresas transnacionales en distintas zonas del territorio objeto de la controversia (Esequibo). A esto se suman de manera general, los decretos que ambos gobiernos emitieron (en momentos distintos) respecto a la definición de sus zonas marítimas nacionales, el ejercicio de una altisonante diplomacia del micrófono por parte de los mandatarios, cancilleres y otras personalidades gubernamentales de ambos países; llegando a un punto álgido de tensión diplomática con el llamado a consultas del Embajador venezolano en Guyana y el retraso en otorgar elplacet diplomático a la nueva Embajadora designada en Venezuela.
Aunque es una controversia fronteriza de carácter bilateral, el marco regional y global no ha escapado de las acciones de información y presión por lograr posicionamiento. Si bien los movimientos diplomáticos de Guyana han sido para denunciar agresión y limitaciones a sus planes de desarrollo y la amenaza a la soberanía que representa el reclamo venezolano, a veces de manera velada y otras de manera explícita, ha sido para cuestionar la eficiencia del método bilateral con apoyo de la ONU y dando argumentos para preferir la solución judicial.
De parte de Venezuela, el retraso y en ocasiones poco contundente reclamo diplomático frente a las muestras de ejercicio de soberanía en territorio objeto de la controversia, el Esequibo, ha pasado a afirmar, confirmar y reiterar que su preferencia es el marco bilateral con los buenos oficios del Secretario General de la ONU.
Evidentemente, esto es mucho más complejo que las breves líneas que preceden pero muestran un cambio en la dinámica de la relación bilateral y el uso de los espacios multilaterales para ganar adeptos o declaraciones preferenciales. Están registradas de manera oficial y a través de los distintos medios de comunicación, los discursos y declaraciones en escenarios de CARICOM, Commonwealth, UNASUR y CELAC, entre otros.
El escenario natural de Guyana ha sido la CARICOM, organismo que ha marcado una tradición en sus declaraciones finales de las Cumbres de Mandatarios y Reuniones de Cancilleres apoyando la solución pacífica de controversias y la defensa de la integridad territorial de Guyana. En el caso de Venezuela, su reclamo ha estado en el marco del Acuerdo de Ginebra, pero durante casi una década en una etapa de parálisis o congelamiento, privilegió una agenda de cooperación y un muy bajo perfil a la agenda de la controversia.
Si bien en lo sustantivo los argumentos de Guyana sobre la controversia se mantienen, con el gobierno que toma posesión en mayo de este año, hay un giro táctico pero también estratégico en la defensa de su soberanía e integridad territorial. Una muestra que puede pasar como anecdótica, pero revela acciones concretas distintas es el reclamo del gobierno guyanés ante la empresa Google respecto a los nombres “hispanos” de calles y otros lugares cartografía de la región del Esequibo.
La ciudad de Nueva York y el ambiente de las Naciones Unidas son testigos de dos eventos:
El encuentro Trilateral en el Cuartel General de las Naciones Unidas, del domingo 27 de septiembre, en el cual:
1. Se valoran los pasos para recibir de nuevo sus respectivos embajadores
2. Aprecian la buena voluntad para mantener la tradición de diálogo de sus países mientras se resuelve la controversia de una manera que resulte beneficiosa para ambos.
3. Resalta la descripción de la tensión y desacuerdos para retomar ese diálogo: “El Acuerdo de Ginebra estableció ciertos mecanismos para resolver la disputa, sin mucho éxito, porque continúa hasta hoy”.
La reunión del Consejo de Relaciones Exteriores (COFCOR) de la CARICOM con una Declaración que resume y confirma posición de los países miembros:
1. Subraya necesidad que El Caribe se mantenga como Zona de Paz.
2. Beneplácito por la celebración de la reunión trilateral.
3. Celebraron decisiones para que cada país cuenta con Embajadores en sus respectivos países, Venezuela y Guyana
4. Complacida de que Venezuela reciba Misión técnica del Secretario General de la ONU
5. Informe de Misión Técnica acelerará los esfuerzos para poner fin a la controversia
6. Anotó la petición de Guyana de una solución jurídica por divergencia de opiniones
7. Refirma apoyo a mantenimiento de la integridad territorial y soberanía de Guyana
El Acuerdo de Ginebra sigue siendo el marco jurídico que marca pautas y metodología, por lo que es conveniente referir un aspecto que se explica de manera más amplia en el portal de la Cancillería de Venezuela, en una sección especializada denominada Los Derechos Venezolanos de Soberanía en el Esequibo:
El Acuerdo de Ginebra está registrado en la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas bajo el Nº 8192 (1966), fue distribuido como documento de la Asamblea General el 03MAY1966 bajo las siglas A/6325; y el Secretario General aceptó las funciones derivadas de él, mediante comunicación del 04 de abril de 1966: “He tomado nota de las obligaciones que eventualmente pueden recaer en el Secretario General de las Naciones Unidas en virtud del párrafo 2 del artículo IV del Acuerdo, y me complace informarle que dichas funciones son de tal naturaleza que pueden ser desempeñadas apropiadamente por el Secretario General de las Naciones Unidas”.
La diplomacia bilateral y multilateral en torno a la controversia por el Esequibo sigue con sus altibajos. Es necesario dar seguimiento a los involucrados, sus posiciones, intereses y estrategias pero también otros actores con afectos geopolíticos. Si bien la normalización de las relaciones con la presencia efectiva de los Embajadores de ambos países en el vecino es un rasgo formal significativo, un próximo paso a observar será la visita a Caracas de la Misión Técnica del Secretario General de la ONU, para recabar y verificar procedimientos y documentación de Venezuela.
@mirnayonis