Venezuela ha sido sometida a uno de los episodios más humillantes y rocambolescos de la integración regional, al ser rechazada por dos de los fundadores del MERCOSUR (Brasil y Paraguay), su Presidencia pro-témpore. El Canciller de Brasil, José Serra, propuso que se postergue un cambio en la presidencia del bloque hasta agosto, siempre y cuando demuestre que ha cumplido con los compromisos de ingreso al grupo.
Chávez aprovechándose de la crisis política en Paraguay, con motivo de la destitución de Fernando Lugo en 2012, logró ingresar al MERCOSUR por la puerta de atrás. A raíz de ello, Kirchner, Rousseff y Mujica aprobaron el 12 de agosto de 2012, la incorporación condicional del nuevo socio, otorgando un plazo de cuatro años para incorporar el acervo legal al ordenamiento jurídico interno. Paradójicamente, la condicionalidad que vencerá el 12 de agosto de 2016, y hoy es el argumento esgrimido por Brasil para cuestionar y bloquear la Presidencia pro-témpore de Maduro.
Lo rocambolesco de esta tragicomedia es que Venezuela debió asumir el pasado 1 de julio la Presidencia pro-témpore del bloque, pero esta se ha visto cuestionada: las razones de fondo son las violaciones a los DDHH; al Protocolo de Ushuaia; a la Carta Democrática y al estado de derecho. Sin embargo, los argumentos públicos son de tipo técnico y administrativo. El MERCOSUR tiene unas características incompatibles con el modelo chavista como son el libre mercado, libertad cambiaria y la libre circulación de los factores de producción; pero además el Canciller brasileño advierte que el finado Presidente Chávez al ingresar se comprometió a incorporar a la legislación nacional “documentos esenciales” como son: el Compromiso con la Promoción y Protección de los DDHH; el Acuerdo de Residencia y el Acuerdo de Complementación Económica; este último, espina dorsal del MERCOSUR; pero además debió haber aprobado más de 1.100 normas correspondientes a más de 50 tratados, entre ellos 4 tratados de libre comercio –por no mencionar las actuales negociaciones para un Acuerdo de Asociación con la UE, en las cuales el gobierno venezolano decidió irresponsablemente no participar-; 3 acuerdos de complementación económica y unos 10 acuerdos comerciales.
La no incorporación de la legislación del MERCOSUR a la legislación venezolana por negligencia del gobierno y en particular de la Cancillería y la anterior Asamblea Nacional hacen de Venezuela “un país paria en materia de integración”; un socio incompleto y moroso en relación a sus deberes fundamentales con el bloque; razones por las cuales al no poseer las cualidades técnico jurídico, lo inhabilitan para ejercer la Presidencia pro-témpore del MERCOSUR.
@grevanales