Elecciones en la OEA y la clave caribeña para el 2020 – Por Mirna Yonis
Un particular proceso electoral se genera en el ámbito de las Organización de Estados Americanos (OEA) al culminar el mandato de Luis Almagro en la Secretaría General de este mecanismo multilateral que enmarca las relaciones hemisféricas/interamericanas.
El actual proceso electoral fue acordado el 27 de septiembre 2019, cuando el Consejo Permanente de la OEA aprobó el proyecto de resolución “Convocatoria a un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General para elegir al Secretario General y Secretario General Adjunto de la Organización de los Estados Americanos”. A diferencia del último proceso electoral en 2015, ante la salida de Manuel Insulza quien ejerció por una década (dos mandatos), solo hubo un candidato único. Sin embargo, lejos de ser electo por aclamación se solicitó la formalidad de la votación con carácter secreto, cuyo resultado fue 33 de los 34 votos, a favor de la elección de Luis Almagro, quien para el momento se desempeñaba como Canciller de Uruguay. Esta petición de voto secreto fue presentada por algunos países del Caribe y Canadá para que la elección.
El compañero de fórmula de Almagro, para la Secretaría General adjunta, fue el Embajador de Belize Néstor Méndez quien resultó ganador (24 votos) frente al otro candidato propuesto, el Embajador Bayney Karran (10 votos), ambos acreditados hasta el momento como Representantes Permanentes de sus respectivos países ante la OEA. Esta división de los votos de los países CARICOM generó una herida que aún levanta exaltación en ciertos discursos, particularmente por el representante de Antigua y Barbuda, el Embajador Sir Ronald Sanders cuando se discute sobre el rumbo que debería tener y el papel de los países caribeños dentro de la organización hemisférica. De allí la atención especial que genera, en tirios y troyanos, los posibles escenarios de los votos de los países caribeños de la CARICOM.
El período de postulaciones cerró el pasado 15 de diciembre de 2019, pero la normativa plantea la posibilidad de presentar candidaturas incluso el día anterior de la elección. Aunque no se estila, son previsiones estatutarias para solventar crisis o estancamiento en cualquier proceso eleccionario de autoridades de la organización. Bajo esta premisa también puede haber retiros hasta el día previo a la votación, sea en la primera o en la segunda vuelta.
Para el mandato 2020-2025 se presentan 3 candidaturas y la relación de votos plantea un abanico de los rasgos que pueden imprimir cada uno de los tres candidatos que se presentan para dirigir el engranaje del órgano tecno-político. Es la primera vez que dos de tres candidatos no son postulados por su país de origen: Luis Almagro, de Uruguay, fue postulado por Colombia, y María Fernanda Espinosa fue postulada conjuntamente por Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas. Y la sorpresiva tercera candidatura del Embajador Hugo de Zela por su propio país, Perú, a pesar de formar parte activa del mecanismo del Grupo de Lima que ha trabajado de la mano con el propio Almagro. Explicaciones a esta situación son variadas. Por una parte, en los tres casos, las realidades domésticas de los países de origen influyen en las decisiones de apoyo a su connacional. Por otro lado, para el Embajador Ronald Sanders, “el hecho de que no se siguiera la tradición para esta elección demuestra el estado de desorden en la OEA, una condición que se ha agudizado en los últimos cuatro años”. Los puntos álgidos parecen coincidir en torno a la actitud beligerante, permisiva o conciliadora respecto a la Crisis en Venezuela y el activismo protagónico que ha venido asumiendo la Secretaría y su equipo especializado. Cada candidato tiene una carrera y trayectoria diplomática reconocida tanto en sus países, por su ejercicio como Cancilleres, y en los organismos multilaterales: la de Espinoza en varias instancias de la ONU, y en la OEA las de Zela, acompañando la gestión de Insulza y la de Almagro en el cargo para una reelección.
El calendario se acorta para la campaña diplomática de aseguramiento de votos que serán efectivos en 20 de marzo próximo en una Asamblea General extraordinaria. Algunos de ellos ya son públicos así como las gestiones para ampliar los apoyos. Por lo pronto este 12 de febrero una sesión extraordinaria del Consejo Permanente recibirá a los candidatos, quienes dispondrán de 15 minutos para presentar sus respectivas propuestas de acción para el ejercicio del cargo de Secretario General de la OEA. Lo significativo es que será transmitida en vivo y quedará el video como testimonio e insumo de análisis posteriores.
Vale destacar que la Presidencia rotativa del Consejo Permanente durante el mes de Febrero la ejerce Guyana, sede de la CARICOM, por lo que la sesión será dirigida por el Embajador Riyad Insanally.
Los organismos multilaterales tienen una trilogía organizativa básica: un órgano plenario, de carácter político; un órgano ejecutivo, de carácter más reducido pero igualmente político, y un órgano técnico que garantiza el seguimiento de la agenda y el cumplimiento de los mandatos de los órganos políticos. No obstante, la dirección y composición del órgano técnico que asume entre otras denominaciones la de Secretaría General (en el sistema onusiano) o Director Gerente como en el caso del Fondo Monetario Internacional, tiene gran significación política y diplomática. Es por ello que a pesar de las discusiones y críticas sobre la fortaleza de estos mecanismos y en el caso particular al que nos hemos referido, la Organización de Estados Americanos (OEA), la designación o elección de quien ejercerá la Jefatura de la Secretaría General es clave. Cada estado miembro tiene un voto y en la OEA se trata de 34 votos. La tan ansiada aclamación ha dejado de ser una tradición, por lo que la diplomacia para ganar apoyo en los votos será un ingrediente adicional a la agenda que tengan los gobiernos de la región hemisférica. La apuesta es no conformarse con los votos mínimos y que en caso de requerirse la segunda vuelta la mayoría sea amplia.
Además de otras gestiones que están en curso, en el caso de los países de la CARICOM, la próxima reunión intermedia de Jefes de Gobierno del 17-18 de febrero, en Barbados, será un escenario propicio para evaluar esos apoyos. De allí que sea particularmente importante hacer seguimiento a este proceso, especialmente al posicionamiento que estarán asumiendo los 14 votos que representan los países caribeños en la OEA ya que al parecer en esta oportunidad no votarán en bloque.
@mirnayonis