EEUU se opone al programa nuclear iraní, ya que considera que el desarrollo de ciertas tecnologías de uso dual como el proceso de enriquecimiento de uranio, le permitiría obtener armas nucleares. En el fondo de la cuestión se encuentra el interés de EEUU por mantener su hegemonía en el Medio Oriente y garantizar la seguridad de sus aliados -en especial la de Israel-, lo cual pasa por dos objetivos concretos en relación a Irán: a) evitar que obtenga capacidad nuclear militar; y, b) contener su influencia regional.
A menos de un año para que termine su período presidencial, es posible hacer una revisión de la evolución y resultados de la política seguida por el Presidente Obama hacia Irán y su controversial programa nuclear. Este trabajo explica las posiciones iniciales de la Administración Obama en busca de una política de compromiso, luego expone el giro que se dio posteriormente hacia la diplomacia coercitiva con la negociación de una cuarta ronda de sanciones multilaterales y la imposición de sanciones unilaterales, y finalmente analiza el reciente ajuste de dicha política hacia las “zanahorias y garrote”.