Y cayó el Muro de Berlín

El mundo celebró con júbilo el 30mo. aniversario de la caída del Muro de Berlín, el acontecimiento político de mayor significación histórica desde el fin de la II Guerra Mundial. El Muro fue la más abominable expresión de la Guerra Fría. Fue la evidencia universal que dividió no sólo al pueblo alemán, sino al mundo entero entre países democráticos capitalistas y naciones comunistas de partido único. Para bien de la humanidad, una rebelión popular dio al traste con el Muro de la Vergüenza aquel 9 de noviembre de 1989; rebelión que fue comprendida por líderes comunistas esclarecidos, como Mijaíl Gorbachov, quien se decantó por la democracia.

Tuvo una extensión de 45 kilómetros y 115 kilómetros más a lo largo de la frontera entre la República Federal Alemana (democrática) y la República Democrática Alemana (marxista-leninista). El Muro de Protección Antifascista, como lo llamó el gobierno de la RDA, provocó que 3,5 millones de personas huyeran de la Alemania oriental comunista a la Alemania occidental democrática, entre 1961 y 1989. Mas de 3.000 personas fueron encarceladas por tratar de cruzar aquella infernal pared hacia Occidente. 200 seres humanos fueron asesinados por la policía por intentar escapar a la libertad y a la prosperidad democrática que ofrecía la Alemania occidental dentro de su exitoso sistema de economía social de mercado.

No fue un hecho fortuito el desmoronamiento de los regímenes de planificación centralizada de la Unión Soviética, Europa oriental y Asia. En Paralelo, y concretamente desde 1980, China había abandonado la regimentación de los mercados y la colectivización de la sociedad. El gigante asiático había restituido la propiedad privada y las libertades de emprendimiento, comercio e inversión, al igual que Vietnam.

Hoy, la Alemania democrática y unificada lidera Europa por el progreso generado por su sistema federal democrático y su pujante economía de mercado. Es la cuarta economía mundial. Su plan de desarrollo sustentable, resumido en el Programa 4.0, se propone insertar a la gran república federal en la IV Revolución Industrial, beneficiándose de los avances que se avizoran en los campos de la inteligencia artificial, los vehículos autónomos, la robótica y el internet de las cosas.

@lxgrisanti

 

 

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