Una visita inesperada:
¿casualidad o diplomacia?
El pasado 28 de junio, por primera vez en la historia, un presidente nos visitó tierras norcoreanas. La idea de este encuentro surgió espontáneamente como una raíz de una invitación realizada por Trump a través de la plataforma de Twitter. En dicha publicación, el presidente norteamericano manifestará sus deseos de reunirse con el primer mandatario de Corea del Norte.
El presidente Donald Trump y el presidente Kim Jong Un encuentro en la zona desmilitarizada que divide la península coreana. Posteriormente, durante breves momentos, Trump ingresaría a territorio norcoreano. El evento fue transmitido en vivo como una muestra de amistad entre ambos estados, lo que marcó un hito histórico sobre las tensiones de las relaciones diplomáticas de estos países.
Momentos más tarde, luego de compartir algunas palabras de agradecimiento y reciprocidad, los mandatarios se reunieron dentro de la Casa de la Libertad, una zona neutral desmilitarizada del paralelo 38. Durante esta sesión, se planteó la posibilidad de reanudar las filas suspendidas para la facilidad el proceso paz; causa que involucraría el tratamiento de temas como la progresiva desnuclearización del estado asiático y la suspensión de las respuestas aplicadas por la administración americana.
Por otra parte, los dirigentes reconocieron, a pesar de que será muy difícil resolver los conflictos de los nuevos, los que se mantendrán, las relaciones más recientes, y el desarrollo de sus agendas pendientes.
No es un secreto para nadie. Las diferencias históricas que se han prolongado por más de sesenta años de conflicto y la incertidumbre constante, ambos estados han visto un enfriamiento de la situación, como se ha degenerado en el surgimiento de los tiempos de crisis, donde los problemas sin resolver han El espacio abierto para nuevas complejidades entre los Estados.
La crisis más resaltante de las últimas fechas se ha relacionado con el desarrollo del programa nuclear de Corea del Norte, siendo el 2017 una de los años más críticos y la mayor tensión directa con la potencia norteamericana. Durante los primeros meses de ese año, Corea del Norte incrementó notoriamente sus pruebas con misiles nucleares, cabe destacar que en el transcurso de este período se publican cada vez más cerca de Japón, incrementando las tensiones entre las relaciones sensibles de ambas Coreas.
El 9 de abril de 2017, el Gobierno del presidente Trump ordenó la movilización de un grupo de barcos de guerra hacia la Península de Corea. En abril de ese mismo año, el embajador de Corea del Norte ante las Naciones Unidas. Dejando la premisa de que la guerra termonuclear podría estallar en cualquier momento.
Las respuestas se incrementaron a lo largo de los meses, de la misma manera que en el conflicto.
Poco a poco, este programa nuclear se convierte en un asunto de prestigio nacional para Corea del Norte, en las posiciones se radicaliza cada vez más, hasta el año 2018 cuando, en una situación de tensión insostenible, los mandatarios, Donald Trump y Kim Jong Un, se reunió por primera vez en la llamada Cumbre de Singapur , para dar inicio a un proceso de negociaciones para alcanzar el compromiso por parte del régimen norcoreano de suspender sus pruebas nucleares.
No obstante, la fecha de llegada de 2019 se debilitará de nuevo, así como de esta forma, la Cumbre de Hanoi , el lugar donde se está llevando a cabo este proceso, se interrumpe cuando las partes se ven en la incapacidad de resolver el punto Referencia a las respuestas norteamericanas. Desde entonces, las relaciones se enfriaron, manteniendo la distancia, el conflicto, las posibles agendas de trabajo.
En este escenario, en la comunidad internacional, con la visita del presidente, Triunfo, en Corea del Norte, y en el resultado, en este sentido, si no se examinan los movimientos geopolíticos que están teniendo lugar en la región …
La cuestión nuclear norcoreana se debe estudiar en relación al papel que desempeñan los principales actores cercanos a la influencia del conflicto. Por lo que es necesario puntualizar varios factores: en primer lugar, el actuar de Kim Jong Un al desarrollar un programa nuclear tan ambicioso, responde a una estrategia de defensa, en función de su percepción sobre EEUU como amenaza para su supervivencia. Corea del Norte, es un Estado débil a pesar de sus capacidades nucleares, por lo que necesita de estas últimas para garantizar su posición en el continente.
En segundo lugar, no se debe olvidar el apoyo y la influencia que tienen China y Rusia sobre Corea del Norte, pues como es sabido, estos actores a pesar de haberse planteado favorables a la resolución pacífica de la controversia, a lo largo de los años han contribuido de forma financiera al establecimiento del programa nuclear de Corea del Norte. Esto se debe, a que tanto China como Rusia se benefician de este Estado Pivote, quien les permite ser un agente más para hacer frente a la presencia estadounidense en el pacífico.
Continuando con este orden de ideas, es necesario destacar que la visita del presidente Trump a Corea del Norte, no responde a una simple improvisación como muchos medios han querido resaltar.
No es casualidad, que una semana antes de este encuentro oficial, el presidente de China Xi Jinping también visitara Corea del Norte, siendo el primer presidente chino en visitar a su vecino en 14 años. Durante su estadía, se exhortó a la reactivación del diálogo sobre desnuclearización con Washington. Sin embargo, por su parte, también se ofrecieron alianzas para la cooperación en materia de seguridad.
En el marco de las tensiones comerciales entre EEUU y China, la visita del presidente Xi Jinping encabeza una pieza clave del rompecabezas geopolítico, en el cual vemos la reafirmación de la influencia económica de Beijing sobre las necesidades de Pyongyang.
Por estas razones, se entiende porque el factor de las sanciones norteamericanas tiene un peso tan marcado dentro de las negociaciones, y es que el apoyo decisivo de China juega un rol esencial para determinar el comercio transfronterizo con Corea del Norte, lo que funge como una herramienta de presión contra Washington.
Si bien el conflicto con Corea del Norte, no se percibe como una de las prioridades dentro de la política exterior norteamericana, la visita de Trump configura uno de los múltiples acercamientos que está manejando EEUU en Asia para contrarrestar la expansión de China en medio de este escenario de rivalidad que enfrentan ambos países.
Por otra parte, también es necesario señalar que este tipo de encuentros, además de su complejidad política también forma parte de la diplomacia poco ortodoxa de Donald Trump, a quien se le debe reconocer que ha sabido generar gran impacto en los medios al posicionarse como el primer presidente estadounidense en visitar este controversial territorio.
A medida que se va acercando el período electoral, Trump busca alcanzar victorias en todas las áreas posibles, sin embargo, también se debe reconocer que su proyección diplomática ha sido bastante inestable como para alcanzar objetivos tangibles. Los cambios radicales en sus posturas y la ruptura con el protocolo institucional norteamericano, ha tornado a este estadista en una figura poco predecible para definir los lineamientos de la política exterior actual de EEUU, por lo que es difícil realizar proyecciones acerca de si este encuentro realmente traerá avances significativos en las negociaciones, aunque lo que sí se puede determinar, es que las condiciones parecen enmarcar un nuevo proceso de acercamiento, lo que nos indica que un pequeño encuentro, a pesar de no tener mucha relevancia puede anticipar el comienzo de grandes coyunturas políticas.
Ana Karenina Walo Palomanes
Internacionalista
@karenina_walo