El 21 de abril de 1934 fue inaugurada en Roma una estatua ecuestre en honor al Libertador Simón Bolívar, dicho acto contó con la presencia del Jefe del Gobierno italiano Benito Mussolini quién dio el discurso a nombre de Italia, así como del Doctor Caracciolo Parra Pérez, máximo representante diplomático venezolano, que a nombre de Venezuela y los demás Países Bolivarianos pronunció el discurso protocolar para tan importante suceso.

La construcción de estatuas y monumentos conmemorativos a Simón Bolívar existe desde 1846 cuando se inauguró una estatua en Bogotá, seis años más tarde en 1852 fue erigido en Caracas un monumento funerario dentro de la Catedral de Caracas y que fue trasladado luego al Panteón Nacional. Pero es en el siglo XX cuando esto se vuelve parte de la política exterior venezolana,  a causa del Centenario de la Independencia de Venezuela.

Existen cientos de estatuas en gran parte del mundo, de Roma a Nueva York y de Buenos Aires a Ciudad de México, bien sea porque Bolívar estuvo allí (en el caso de Roma hizo el Juramento del Monte Sacro en 1805), porque tuvo influencia de una u otra manera lo hecho por El Libertador en ese país, o como una expresión tangible y perdurable de la diplomacia venezolana para difundir la imagen del máximo venezolano en distintas partes del planeta.

A raíz del centenario de la muerte del Libertador en 1930, el Dr. Caracciolo Parra Pérez hizo gestiones en los medios de comunicación romanos para difundir su legado político e histórico, publicando además el libro Bolívar, contribución al estudio de sus ideas políticas en edición italiana y se concibió la idea de erigir una estatua conmemorativa en Roma, siendo un proyecto de los Países Bolivarianos coordinado por Venezuela en el que todos hicieron aportes económicos para que fuera llevado a cabo; el escultor Pietro Canonica fue el encargado de realizar la estatua.

El Doctor Caracciolo Parra Pérez ejerció el cargo de Enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de Venezuela en Italia entre 1927 y 1936; es conveniente resaltar que para esa época no era costumbre acreditar a funcionarios con rango de embajadores, y las sedes de las representaciones diplomáticas tenían el carácter de Legación y no de Embajadas. Además de haber sido uno de nuestros más ilustres diplomáticos, y haber descubierto el archivo de Francisco de Miranda que estuvo extraviado por más de un siglo, Parra Pérez fue un reconocido intelectual especialmente en el campo de la Historia.

Otro aspecto relacionado con las relaciones ítalo-venezolanas en ese entonces es que Laureano Vallenilla Lanz quien para 1934 era Enviado Extraordinario y Ministro plenipotenciario venezolano en Francia y Suiza, viajó a Italia con motivo de la publicación de su libro Cesarismo democrático en  idioma italiano, donde conoció personalmente a Mussolini a través de una audiencia obtenida por Parra Pérez.

Es necesario recordar que Venezuela para los años 30 era gobernada por Juan Vicente Gómez, el petróleo ya  había hecho su aparición y esto se tradujo en una mayor importancia económica del país en el plano internacional, así como mayor credibilidad por el pago total de la deuda externa en 1930, lograda en buena medida por la irrupción del “oro negro”.

Por su parte, Italia desde 1922 estaba siendo dirigida por Benito Mussolini “Il Duce”, quien al igual que otros países europeos tenía un estilo de gobierno autoritario. Para el año de la inauguración de la estatua a Simón Bolívar, el enfrentamiento político-territorial  entre Italia y Etiopía  venía arreciando, hasta el punto de poner en riesgo la paz y estabilidad  internacional, y  que posteriormente  conduciría a un conflicto armado entre ambas naciones.

Con todo esto se demuestra que los motivos para construir un monumento a Simón Bolívar en la capital italiana, no se trató de un simple evento o de un adorno para dicha ciudad, sino de un acontecimiento cargado de múltiples implicaciones, entre las cuales destaca la promoción de la imagen de Venezuela en el mundo a través del más insigne venezolano.

Discurso de Caracciolo Parra Pérez:

“En América Latina, la influencia italiana y la cooperación italiana han sido siempre y hoy más que nunca, factores de primordial importancia a los que en gran parte se debe la especial fisonomía de nuestra cultura y el progreso material que hemos alcanzado. No podía haber ocasión más propicia para proclamar que del otro lado del Atlántico esos lazos se consideran indisolubles. Treinta portavoces de los representantes diplomáticos bolivarianos en nombre de los presidentes de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, excelentísimos señores Salamanca, Olaya Herrera, Montalvo, Arias, Benavides y Gómez os entrego la estatua dedicada al Libertador como legado perpetuo de nuestras repúblicas en la Madre Roma”.

Palabras de Benito Mussolini:

“Las elevadas palabras pronunciadas por el Sr. Parra Pérez ya os han dicho, sus señorías, la importancia de erguir bajo el cielo de Roma un solemne recuerdo del puro héroe americano, Simón Bolívar. Agradezco al señor Ministro, a los presidentes de las repúblicas de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, los excelentísimos señores Salamanca, Olaya Herrera, Velasco Ibarra, Arias, Benavides y Gómez quienes en nombre de sus pueblos han querido dar a Roma, madre y alma de vuestra y nuestra latinidad el regalo agradecidísimo y muy significativo del monumento a Simón Bolívar”.

Enlace con la grabación original de la inauguración de la estatua:
https://www.youtube.com/watch?v=hH3rNbd04-E

 

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