Resultado de imagen para 29 caricom summit haitiEstá visto que las relaciones internacionales se toman poco en serio lo que circula como etiqueta en las redes sociales: “febrero, mes del amor y la amistad”. Los  casos para argumentar saltan a la vista. Nuestra afirmación en nada pretende minimizar las acciones de solidaridad ante desastres y las de ayuda humanitaria, las cuales tienen naturaleza muy distinta de tales calificativos. La realidad internacional es compleja y como señalara James N. Rosenau, distinguido catedrático estadounidense, en el título de un artículo publicado en 1997: son “demasiadas cosas a la vez”.

En virtud de ello, los comentarios sobre eventos asociados a las relaciones internacionales del Caribe en general y de las relaciones Guyana-Venezuela,  son apenas un ejercicio que  invita al seguimiento de  las interacciones que se generan en lo bilateral y multilateral, sin magnificar ni despreciar la calidad del impacto que puedan tener.

En el marco regional se distingue una estrategia diplomática, entre otras, orientado a:

  1. Promoción para crear/captar fondos para programas y proyectos de recuperación post-huracanes bajo el lema de un Caribe resiliente, pero también conectados con una agenda más amplia como la Acción Climática y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
  2. Negociaciones de clarificación de los criterios de calificación de paraísos fiscales, y gestiones de exclusión de las listas en las que se encuentran varios países y territorios del Caribe, colocándolos en puntos negros y grisesde transparencia fiscal, generando retiros de representaciones de banca internacional.
  3. Activa participación en reuniones y encuentros que articulan la relación de los países ACP (África, Caribe y Pacífico) con Europa y sus instituciones comunitarias, en el proceso de formalización del Brexit.

Este marco regional involucra fundamentalmente el Caribe-CARICOM pero no es excluyente de otros países y territorios con realidades similares, como República Dominicana, Cuba o el de las denominadas colectividades francesas y territorios de ultramar. La gestión diplomática en espacios multilaterales globales pasa por el tamiz de coordinación de estrategias y recursos en las instituciones y mecanismos regionales como la propia CARICOM, pero también la OECO, el CARIFORUM y la Asociación de Estados del Caribe (AEC).

En lo bilateral destacamos la relación Guyana-Venezuela no solo por tener un tema de agenda pendiente de una solución mutuamente satisfactoria para las partes como prevé el Acuerdo de Ginebra de 1966, sino por las implicaciones que dicha controversia genera en el marco regional con los socios de Guyana en la CARICOM y en la relación de Venezuela con los países del Caribe. A esto se añade una situación delicada por la decisión del Secretario General de la ONU, António Guterres, el pasado 30 de enero de concluir con la responsabilidad dejada por su predecesor Ban Ki-Moon, y al no haber logrado algún progreso significativo en llegar a una solución a la controversia …ha escogido la Corte Internacional de Justicia como el medio a ser utilizado para la solución de la controversia. Los desacuerdos no son novedosos pero en una controversia de límites interestatales la situación se torna delicada. Ante esta decisión, Guyana la celebra y anuncia preparativos de equipo técnico para trasladarse a La Haya;  Venezuela, por su parte, la rechaza y declara la vigencia del Acuerdo de Ginebra como el “único camino hacia la solución definitiva”.

El 52° Aniversario de la firma del Acuerdo de Ginebra el pasado 17 de febrero se confirma las posiciones encontradas, pero la diplomacia sigue siendo un recurso activo en el tema de la “controversia”. Baste mencionar el pronunciamiento favorable (14 de febrero) de la Secretaria General de la Commonwealth sobre la decisión de António Guterres y ratificó el apoyo que esta organización le ha brindado a Guyana desde 2015 en este tema. A partir de hoy, 26 de febrero, se llevará a cabo la reunión intermedia de mandatarios de CARICOM en la que seguramente habrá un pronunciamiento similar.

Es comprensible que nos encontremos con lentes distintos en la comprensión analítica de las relaciones internacionales. Hemos hecho un breve ejercicio de enunciación en los albores del 2018. Se impone la tarea inexcusable del seguimiento y la evaluación estratégica del tema tanto en la especificidad del accionar político y jurídico de la controversia misma como por el contexto de crisis que (re)presenta Venezuela, en una realidad compleja donde hay “demasiadas cosas a la vez”.

@mirnayonis

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