El pasado 19 de mayo se cumplieron los cabalísticos primeros 100 días del nuevo gobierno en Haití. En materia de política exterior vale la pena destacar algunas acciones en las prioridades del gobierno que preside Jovenel Moïse desde su juramentación el 7 de febrero.

Como Presidente electo, Moïse viajó dos veces a República Dominicana. El primero a pocas horas de recibir su proclama formal (16 de enero) donde recibió honores de mandatario y sostuvo reunión con el Presidente Danilo Medina. Se fijaron las bases de lo que sería el compromiso por superar la tensa relación generada entre ambos países fundamentalmente por el tema de los migrantes haitianos y sus descendientes que viven en territorio dominicano. La entrega de algo más de 11mil documentos de identidad (pasaportes, cédulas y actas de nacimiento) durante la agenda de visita del Canciller haitiano (27 de marzo) dio muestras efectivas de cumplir con la meta de más de 30 mil documentos en el lapso de tres meses.  El segundo, para asistir como invitado especial a la V Cumbre de Mandatarios de la CELAC (25 de enero), donde recibió ratificación de compromisos de ayuda y cooperación.

La región caribeña marca su primer viaje como Jefe de Estado: participa en la reunión de mandatarios de CARICOM celebrada en Georgetown y realiza visita oficial a Guyana (17-18 febrero). Con esto, se  consolida tanto la membresía de Haití en este bloque regional como  los programas de cooperación de los que se beneficia.

El retiro de la MINUSTAH es un compromiso con múltiples aristas de relaciones internacionales pero muy particularmente para el programa de gestión gubernamental. Forma parte de debate interno de los países latinoamericanos que participan (Brasil, Chile y Uruguay) y del debate internacional por ser la misión de paz con mayores escándalos. El Canciller haitiano  declaró recientemente “podemos tomar la tarea de seguridad en nuestras manos”; las tropas se irán en octubre próximo  y solo quedará un equipo reducido de personal civil  para fortalecer las instituciones democráticas y la  justicia.

Entre otros asuntos de interés y prioridad estratégica para el Gobierno de Haití tenemos: la relación bilateral con Venezuela y Cuba y la participación en otros mecanismos regionales como ALBA, PETROCARIBE y CELAC; pero es sumamente relevante atender las implicaciones del cargo de Presidencia Pro-Témpore de la CARICOM, que asumirá Haití a partir del 6 de julio.

Los rasgos aquí esbozados son algunas de las prioridades de política exterior de Haití a las que recomendamos dar seguimiento, no solo por los tan trillados argumentos de historias compartidas, sino por la pertinencia analítica en relaciones internacionales así como por  vecindad estratégica y por las implicaciones regionales que tiene para Venezuela.

@mirnayonis

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