Tan solo tres Jefes de Estado: Castro, Evo y Ortega viajaron a la capital venezolana para asistir a la XIV Cumbre del ALBA-TCP, lo que demuestra el creciente desgaste del modelo de la Revolución Bolivariana, y ello a pesar de los esfuerzos del oficialismo al anunciar con bombos y platillos la conmemoración de los 4 años del fallecimiento del Ex-Presidente Chávez asegurando la presencia de más de 200 invitados. La fotografía final de los Jefes de Estado demuestra que los tenores del Socialismo del Siglo XXI han venido desapareciendo de la escena política, al ser obligados a dejar el poder. Es el caso de dirigentes como Lula, Néstor y Cristina Kirchner, Dilma, Lugo, Zelaya, Correa, Mujica, mientras que otros que “por ahora” logran permanecer en el poder como Ortega y Evo, lo hacen violando todas las disposiciones electorales consagradas en sus respectivas Constituciones. La desilusión de los pueblos de América Latina ante el creciente empobrecimiento, autoritarismo, corrupción, ineficacia, incumplimientos a la Constitución y a los Acuerdos Internacionales, es la razón del desmoronamiento del respaldo popular inicial haciendo más valida que nunca la admonición de Chávez pronunciada hace más de una década al afirmar que “mientras los Presidentes van de Cumbre en Cumbre, los pueblos van de Abismo en Abismo”. Pero el Abismo hoy no sólo es el que sufren los electores defraudados por ver incumplidas las promesas, sino también el Abismo al contarse el número de los Mandatarios “revolucionarios” de América, reducidos recientemente en una Cimera Escuálida (usando el termino que les gusta usar).
En Caracas, no se trataron los problemas de los pobres, sino que ante la pobre presencia de Mandatarios, los anfitriones para robustecer el mensaje radical, violaron el protocolo elemental para permitir que Joao Pedro Stedile del Movimiento Sin Tierras del Brasil interviniera en el segmento de los Jefes de Estado. Pero además, el extremista Stedile involucró a los representantes de gobiernos en un anuncio desestabilizador al afirmar vehementemente que “vamos a derrocar a Temer y a Macri”. A su vez, el incondicional respaldo de la Mini-Cumbre al candidato de Correa, Lenin Moreno, muestra el temor que recorre entre los angustiosos sobrevivientes del Socialismo del Siglo XXI por el temor de que el 2 de abril puedan sufrir una nueva derrota con la posible elección de Guillermo Lasso en la Presidencia del Ecuador, que se sumaría a los éxitos de otros colegas democráticos de Brasil, Argentina, Paraguay, Perú, y otros países, que han alejado la pesadilla autoritaria de sus respectivos países. A la Canciller Rodríguez no le tembló la voz cuando leyó en el documento final que los miembros del ALBA rechazaban la militarización en sus países (!) o cuando señaló que se establecía un Fondo en el Banco del ALBA para ayudar a los migrantes de los países miembros, mientras que a la diáspora de millones de venezolanos se les niegan las remesas de sus becas o jubilaciones, emisión de pasaportes, cierre de fronteras, trabas a los vuelos internacionales, cierre del Consulado más importante de Venezuela desconociendo los derechos consulares a los numerosos residentes en el Estado de Florida. Con ese desgaste, si se da la XV Cumbre de ALBA quedaría demostrado que el Modelo del supuesto “Hombre Nuevo” se encuentra definitivamente en el Abismo Final.
@milosalcalay