La intervención del Presidente de Guyana en la apertura del 71º período de sesiones ordinarias de la Asamblea General de la ONU, el primer día, el día de apertura, cumple con la formalidad de dar la palabra a los mandatarios que asisten dando el nivel protocolar/diplomático. Centrada en los temas de la agenda global/regional como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la protección del medio ambiente y de las generaciones futuras, destacó de manera concentrada y con rudeza diplomática la posición de su país en la controversia territorial con su vecino debido al reclamo “surrealista” de Venezuela que amenaza la integridad territorial y desarrollo del pueblo guyanés (parafraseo). Sin una respuesta del gobierno venezolano para el momento de este escrito, se esbozan algunos comentarios.

Desde el propio acto de toma de posesión de la presidencia en junio 2015 se hizo pública la posición y líneas de acción respecto a la controversia territorial con Venezuela. Sin pretender hacer un cronológico en este escrito, pero que debe ser tomado en cuenta, es pertinente mencionar que en ocasiones de manera velada o de manera expresa, algunas declaraciones han sido consistentes respecto al desconocimiento de la controversia basado en el Laudo de Paris de 1889. Con ello, se elude ‘nombrar’ el marco jurídico internacional derivado del Acuerdo de Ginebra de 1966 suscrito por ambos países; la mutua aceptación de la instancia de Buenos oficios, así como de las personalidades designadas para tal función, por parte del Secretario General de la ONU, en consonancia con este Acuerdo de Ginebra. Están reseñadas en medios impresos y en distintas redes sociales (texto y multimedia) las declaraciones del Presidente de Guyana, su Primer Ministro y el Secretario de Relaciones Exteriores desde junio de 2015.

El ingrediente comercial y petrolero, además del geopolítico y de seguridad de los dos países, de otros actores extra-regionales y de empresas transnacionales (particularmente petroleras) que han recibido autorización de actividades en territorio y costas afueras en el territorio fronterizo del Esequibo constituyen el “picante” en los momentos de tensión diplomática bilateral que ha sido tratado en escenarios multilaterales mundiales y regionales.

Además del posicionamiento de Política Exterior, el gobierno de Guyana fortaleció las acciones conducentes a replantear la vigencia del mecanismo de buenos oficios, así como su preferencia por la solución judicial, a la par de consolidar y ampliar los apoyos que en marcos multilaterales se han mantenido a lo largo de los años. Los espacios de la CARICOM y la Commonwealth han recogido el tema desde 2015 con añadidos importantes de apoyo a Guyana, mayor exigencia por una solución pacífica y peticiones al Gobierno de Venezuela.  El periodo junio-agosto 2015 tuvo varios puntos de inflexión en la relación bilateral. Posiblemente el más notable por la diplomacia de micrófono que utilizaron los mandatarios de ambos países respecto a la validez de sus decisiones soberanas de definir los espacios sus respectivos espacios marítimos y a la validez de otorgar concesiones de exploración petrolera costa afuera por parte de Guyana. El llamado a consultas a la Embajadora de Venezuela y el retraso en conceder el placet y recibir las cartas credenciales de la nueva Embajadora de Guyana en Caracas mostraron el grado de “tensión/problemas” en la relación bilateral.

Esos momentos de tensión diplomática llevó a un encuentro Trilateral (27 sept. 2015), en el marco de la Asamblea General de la ONU, al que asistieron los Presidentes de Guyana, Venezuela y el Secretario General de la ONU fue a puertas cerradas. Si bien hay fotos y videos oficiales que registraron el encuentro, la conversación fue a puertas cerradas y se acompañó con una nota de prensa que señalaba el reconocimiento de ambas partes en el marco del Acuerdo de Ginebra y el compromiso del  Secretario General. Se activó un procedimiento de Consultas, visita de funcionarios de la secretaría a ambos países, informes, así como breves encuentros del Secretario General con ambos presidentes y sus respectivos Cancilleres y Jefes de Delegaciones en Nueva York.

La dedicación en espacio a la actividad del Gobierno de Guyana obedece a las evidencias públicas que no observamos con la misma frecuencia y oportunidad en el caso del Gobierno de Venezuela. El antecedente más inmediato fue el tratamiento del tema de la controversia por parte de la Embajadora de Guyana en Venezuela acreditada como Delegada de su país ante la Cumbre MNOAL y una parca respuesta de “mantenemos una diplomacia de Paz” por parte de la Presidencia de la Mesa. En términos diplomáticos un tema, en particular las controversias de fronteras y territorios, requieren alimentar un expediente que muestre acciones y posiciones. Nuestra apreciación es de desbalance; sin embargo, una revisión más detallada puede confirmar nuestra apreciación.

Por ahora, tenemos el discurso del Presidente Granger en la Asamblea General y ninguna respuesta diplomática de la Delegación de Venezuela. Apenas comienza el período de sesiones de un programa que anuncia diversas reuniones especiales y de Alto Nivel de la 71ª Asamblea General de la ONU. El Canciller Greenidge será un factor clave en encuentros que ya han sido anunciados con las Delegaciones de la Commonwealth y seguramente alguna sesión del COFCOR-CARICOM, que preside Guyana.

A casi un año de ese encuentro Trilateral, no hay anuncios de posible pronunciamiento del Secretario General, en un contexto de cambio, ya que es el período en el que se deberá elegir a un nuevo o nueva Secretario General que entraría en funciones el próximo 1º de enero 2017. Si bien hay una continuidad institucional, evidentemente que el cambio de autoridad supondrá algún retraso en la sugerencia que pueda hacer sobre el mecanismo o modalidad que contribuya con una “solución satisfactoria” para ambas partes.

@mirnayonis

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