Un grupo de personalidades y organizaciones de la sociedad civil, tales como Región Insular, Futuro y Desarrollo, Foro Cambio Democrático, Aragua en Red, Aragua sin Miedo, Grupo La Colina, y el Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales (COVRI), han señalado su desacuerdo con la realización en Venezuela de la cumbre de los países No Alineados.
Consideran que esta cumbre no debería concretarse mientras se amenace la democracia, haya crisis humanitaria y presos políticos. Opinan que el encuentro es una herramienta para manipular a la comunidad internacional sobre las dificultades que atraviesa el país y para fortalecer la debilitada imagen internacional del gobierno nacional, toda vez que el anfitrión asume la presidencia del organismo hasta la siguiente cumbre.
Como lo hemos indicado anteriormente, dilapidar millones de dólares en un encuentro internacional de esta naturaleza “es una bofetada a los venezolanos”. En un escenario normal, esta cumbre sería bien recibida y aplaudida por su trascendencia como instrumento para insistir en temas generales de la agenda internacional y que son de gran importancia, como el respeto a los derechos humanos, la protección del medio ambiente, la cooperación y la paz internacional.
Sin embargo, tal como lo perciben muchos venezolanos, ante la actual situación del país, caracterizada por la inestabilidad política, económica y social, la misma no se debió convocar hasta tanto tales condiciones sean superadas.
Muchos de los altos funcionarios que asistirán están en cuenta de la crisis que atraviesa el proceso democrático en Venezuela, la existencia de presos políticos, los obstáculos para la realización del referéndum revocatorio y el irrespeto permanente a la Constitución Nacional que el gobierno anfitrión practica.
@bernalette1