Muchas veces los casos que se presentan en otros países sirven para poder interpretar y extraer ciertas variables que ayudan a precisar la realidad contemporánea con miras a elaborar un examen mucho más adecuado. En este caso, Guatemala  permite comprender múltiples fenómenos que dan de qué hablar y que deben ser tomados en cuenta para hacer un análisis pormenorizado.

El primer punto que debe estudiarse es la renuncia del Ex-Presidente Otto Pérez Molina quien señalado por haber incurrido en hechos de corrupción se apartó de la primera magistratura, luego de ver cómo el Parlamento, por unanimidad (es decir con los votos de su propio partido), le quitaba la inmunidad y observar cómo su entorno, comenzando por la Vicepresidenta Baldetti, era acusado de participar en hechos delictuales.

En este punto debe resaltarse que los poderes del Estado y diversos organismos internacionales presionaron para que Pérez Molina abandonara el gobierno, todo esto enmarcado con la acción de una organizada y constante protesta ciudadana que a través de objetivos muy claros y empleando los caminos democráticos exigió la dimisión del Jefe de Estado.

En medio de una crisis en la que el país amaneció con un Presidente que al culminar el día había dejado el gobierno y fue obligado a pasar la noche en una prisión, le tocaba a la ciudadanía ir a votar a las pocas horas.  No faltaron las voces agoreras que pidieron una abstención en el proceso comicial. Sin embargo, se dio una participación mayor a la que se esperaba y la población consiguió dirimir sus conflictos a través del proceso electoral.

Las elecciones resultaron sumamente reñidas, sobre todo en la pugna por el segundo puesto que otorga el derecho a participar en la segunda vuelta. La lucha entre Sandra Torres y Manuel Baldizón se redujo en algunos momentos a decenas de votos, lo cual evidencia, una vez más, la relevancia que tiene la participación ciudadana en los procesos y lo equivocados que están los que dicen que no importa no votar, pues “un sufragio es insignificante”.

Vendrán días complejos para la República centroamericana, pero ha pasado Guatemala a ser un interesante ejemplo de cómo una ciudadanía con criterios definidos, ganas de participar y sentido común puede llevar adelante los cambios por más complejos que estos parezcan siempre y cuando actúe con claridad y orden.

@luisdalvarezva

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