Este mes el “Presidente obrero” le dio dos golpes mortales a la memoria del “Comandante eterno”. En lo interno, ordeno una fraudulenta constituyente a su medida que deja moribunda a la ”Bicha de Chávez”; y en lo internacional, gracias a la aguerrida gestión de su Cancillería, el régimen fue expulsado del MERCOSUR.
Como es público y notorio, a pesar de los esfuerzos diplomáticos, el régimen fue “excomulgado” por sus sistemática violación al Tratado de Asunción y a los Protocolos de Ushuaia I y II; lo cual representa un golpe letal a las relaciones con el bloque; y al mismo tiempo una puñalada al proyecto geopolítico de Chávez de llevar el “socialismo del siglo XXI” hasta la cuenca del Rio de la Plata, con la complicidad de Lula, los Kirchner, Mujica y el cura Lugo.
En la práctica, la expulsión del bloque comunitario, tiene mayores consecuencias que el Decreto Obama y la lista Trump, puesto que estas sanciones afectan sólo a los indiciados; en cambio la expulsión tiene efectos directos sobre el modelo económico del régimen al dejar a los motores de la economía sin mercados.
La concepción geopolítica de Chávez nunca tuvo posibilidades. Partía de una tergiversación del ideal bolivariano y dependía primero de que sus socios estuvieran en el poder, pero con Cristina Fernández de Kirchner derrotada en las primarias y a las puertas de un juicio penal; Lula condenado por corrupción; Dilma Rousseff destituida por manejos irregulares, y Correa cuasi exiliado en Bélgica; los sueños del profanador del Panteón se convirtieron en “vapores de fantasía”. En segundo lugar, pero no menos importante, los precios del “estiércol del Diablo” se derrumbaron y no dan señal de regresar en el mediano plazo a los 100 $/Bl.
Una rápida revisión nos muestra los efectos devastadores de la política comercial socialista que ha sacado fuera de los mercados internacionales a la producción nacional, esencialmente debido a dos razones. Una explicable a la luz de la teoría de la integración: el régimen no se preocupó en defender los Sistemas Generalizados de Preferencias de la Unión Europea y de EEUU, que beneficiaban en particular a las PYMES al otórgales arancel cero a sus productos.
El segundo gran error fue la denuncia a los tratados del G-3 y la CAN. Esta última salida, cerró el acceso de las exportaciones a nuestro mercado natural. Por último, el polémico ingreso al MERCOSUR nunca fue tomado en serio como instrumento para abrir espacios a nuestra productos y servicios, si no que desde el principio se tomó como una alianza política comprada con parte de nuestros ingresos petroleros. En definitiva, nuestras exportaciones no petroleras terminaron menguando, al cerrarle espacios.
La segunda razón de este descalabro se encuentra en las leyes de la competitividad: en un mercado globalizado la competitividad se da por precios, calidad y tecnología, factores difíciles de satisfacer con un control cambiario, sin materias primas ni apoyo gubernamental. Así, nuestras exportaciones no petroleras también se han hechos menos competitivas por un modelo económico fracasado
Hoy el país se encuentra fuera de juego al no ser parte de los principales mecanismos de integración ni contar con Tratados de Libre Comercio significativos como Chile que cuenta con 18, Colombia que tiene 7, Perú que tiene 7, por no hablar de México o los nuevos acuerdos que busca el MERCOSUR con terceros una vez que nos ha expulsado por no cumplir con la cláusula democrática. Como consecuencia, bajo las actuales condiciones la competitividad de nuestros productos se hace inviable tanto hacia el exterior por lo antes expresado como internamente por el modelo económico socialista.
@grevanales